La osteoartrosis es una de las patologías más frecuentes que afectan a alrededor de un 10% de la población, es una alteración progresiva de las articulaciones que se caracteriza por una pérdida del cartílago articular. A través de este artículo hablaremos acerca de la misma y su tratamiento a través de diferentes técnicas en fisioterapia.
Articulación de la rodilla
La anatomía de la articulación de la rodilla es complicada debido a que la misma está compuesta por diferentes elementos que lo conforman tanto a nivel muscular y ligamentoso, como a nivel de los meniscos y elementos óseos que la conforman.
La rodilla está comprendida por los elementos óseos que son la epífisis distal del fémur; es la parte inferior del fémur que está constituida por dos cóndilos femorales de características redondeada, epífisis proximal de la tibia; es la parte superior de la tibia que recibe el nombre de meseta tibial y la rótula la cual está situada en la parte anterior de la rodilla por delante de la tróclea femoral.
Ambas epífisis, tanto la del fémur como la de la tibia, son los principales segmentos afectados en la artrosis de rodilla.
Los meniscos son amortiguadores que se encuentran ubicados entre las superficies articulares de la tibia y el fémur, son anillos fibrocartilaginosos en forma de cuña. El menisco externo se caracteriza por ser un anillo casi cerrado mientras que el interno no
En relación a los ligamentos de rodilla se encuentra el ligamento cruzado anterior, el cual es el más lesionado en las prácticas deportivas, el ligamento cruzado posterior, el ligamento lateral interno y lateral externo.
En la rodilla actúan numerosos músculos, entre los cuales se encuentra el cuádriceps; es el músculo principal adyacente a la rodilla es el más voluminoso y está formado por cuatro vientres musculares: el vasto lateral, vasto medial, vasto intermedio y recto anterior. El cuádriceps en conjunto tiene la función de extender la rodilla.
Los isquiotibiales los cuales se encuentran en la región posterior del muslo y se encargan de los movimientos de flexión, está conformado por el bíceps femoral semitendinoso y semimembranoso.
La rodilla es una de las articulaciones más grandes del esqueleto humano en la cual se unen tres huesos y es una articulación importante para el surgimiento de la marcha. En Fisiocampus se cuenta con un curso de estudio de la biomecánica de la marcha, enfocado a fisioterapeutas con la finalidad de ampliar los conocimientos acerca de esta acción mecánica importante.
La rodilla se caracteriza por poseer una mecánica completa, ya que por un lado debe poseer gran estabilidad en extensión completa con la finalidad de soportar el peso corporal y al mismo tiempo debe tener una gran movilidad para la marcha y para orientar eficazmente el pie en relación con la irregularidad que puede poseer un terreno.
¿Qué es la artrosis de rodilla?
La artrosis es una patología articular frecuente que afecta al 10% de la población, se define como una alteración progresiva de las articulaciones de diartrosis y se caracteriza por la pérdida del cartílago articular. La artrosis de rodilla es aquella en la cual hay una alteración de la rodilla.
El dolor articular depende de células afectadas que hay dentro de él. Cuando son alterados los condrocitos se produce una pérdida de la resistencia elasticidad del cartílago, el cual se va deteriorando.
La artrosis está de la mano con el envejecimiento, ya que es propia de la gente mayor de los 50 años.
Es muy posible que la genética influya en la aparición de esta enfermedad en algunas personas en determinada edad se desarrollan cambios generativos en el cartílago articular. La artrosis puede ser el resultado de igual manera de una lesión o anomalía de la articulación, lo cual se conoce como artrosis secundaria a diferencia de cuando la causa es desconocida que se conoce como artrosis primaria, la artrosis secundaria puede observarse tras otras lesiones de meniscos, ligamentos, huesos, entre otras.
Dentro de los factores que predisponen la aparición de la artrosis está la edad, traumas articulares, obesidad, raza, entre otros.
¿Cómo se diagnostica la artrosis de rodilla?
El diagnóstico de esta patología se realiza mediante una historia clínica, la exploración de la articulación mediante pruebas radiográficas y examen físico.
Además de ello es importante descartar enfermedades articulares que se puedan manifestar en la articulación de la rodilla y que son muy parecidas a la artrosis, como es la gota, la pseudogota, artritis, enfermedades infecciosas, entre otros.
La artrosis no pueden identificar simplemente mirando una placa radiográfica debido que puede haber cierta confusión con desgastes característicos de la edad
¿Cuáles son los síntomas que desarrolla la artrosis de rodilla?
Los principales síntomas relacionados con esta enfermedad son dolor articular, rigidez en la articulación y limitación funcional.
El dolor se caracteriza por incrementar durante la actividad física, caminar o levantarse.
El dolor es intenso e incapacita el movimiento de rodilla al caminar posterior al reposo.
La membrana sinovial en la articulación de la rodilla produce mucho líquido, es por ello que la rodilla tiene una apariencia inflamada. Con el tiempo se altera la alineación natural de la rodilla.
¿Cuáles son los factores de riesgo en la artrosis?
El sobrepeso y la mala función muscular pueden empeorar la artrosis de rodilla, la cual evoluciona más rápidamente y con más dolor.
Los ejercicios físicos intensos pueden acelerar la evolución de la artrosis, al igual que las caminatas prolongadas que impacten la articulación no son aconsejables en pacientes con esta enfermedad debido a que aceleran la misma.
¿Cómo se clasifica la artrosis?
La artrosis se clasifica en artrosis primaria idiopática y artrosis secundaria.
La artrosis idiopática se encuentra localizada comúnmente en mano, pie, rodilla, cadera, columna o también puede ser generalizada. Como su nombre lo indica es aquella en la cual no se conoce el origen que puede producirla.
La artrosis secundaria es aquella que surge luego de un trauma y que está asociada con trastornos del desarrollo, enfermedades congénitas, enfermedades metabólicas, enfermedades endocrinas, enfermedades por depósitos cristales, diabetes, hipotiroidismo y con otras enfermedades óseas.
Tratamiento mediante la fisioterapia para la artrosis de rodilla
El tratamiento pasivo en fisioterapia el cual es realizado de forma pasiva como los masajes relajantes en músculos cercanos a la articulación, tiene la finalidad de aliviar el dolor y descontracturar los músculos que se encuentran perjudicados debido a esta alteración. Se utilizará frío, calor, electroestimulación y magnetoterapia para el tratamiento de esta. En relación al tratamiento activo es aquel en el cual se busca mejorar los movimientos de flexoextensión de la rodilla y que involucra ejercicios de fortalecimiento activos asistidos, los cuales ayudan a la estabilidad de los movimientos de la articulación, evitar la rigidez de la rodilla y fortalecimiento de la musculatura sobre todo del cuádriceps, el cual desempeña un papel importante para la realización de la marcha.
- La termoterapia es usada para reducir el dolor y la rigidez, debido a que el calor trabaja como un relajante muscular e incrementa el flujo sanguíneo en áreas, además de suministrar oxígeno y nutrientes en la articulación afectada.
- La crioterapia será utilizada con masajes para aliviar el dolor y se aplicará durante 10 minutos por sesión, por lo menos 3 veces por semana. El frío contribuye a la reducción del edema.
- La hidroterapia no solo alivia el dolor y relaja la musculatura afectada sino que también permite contribuir a la movilidad de la articulación.
- Los ejercicios terapéuticos permitirán disminuir el dolor, mejorar la movilidad articular y la función. Para alcanzar los principales objetivos terapéuticos, los ejercicios en la artrosis se deben realizar de manera moderada y regularmente.
- Los ejercicios aeróbicos, como caminar, son realmente efectivos para mejorar el dolor se recomienda realizar tres veces por semana, con una duración de aproximadamente de 10 a 20 minutos si se realizan esfuerzos considerables.
- Los ejercicios de fortalecimiento muscular son eficaces principalmente para reducir el dolor y mejorar la función de la rodilla.
Es recomendable los ejercicios de cuádriceps tres veces por semana comenzando de 10 a 15 repeticiones.
- La electroestimulación está enfocada en la estimulación de la musculatura que se encuentra involucrada con la rodilla.
Los objetivos principales de la fisioterapia en pacientes con artrosis de rodilla es mejorar la funcionalidad, disminuir el dolor, evitar la inflamación que puede ser producida en la zona, aumentar la movilidad de la articulación, evitar las deformidades, además de disminuir la evolución de los daños producto de la artrosis.
Recomendaciones para pacientes con artrosis
- En caso de que el paciente sufra de sobrepeso es recomendable que el mismo baje con la finalidad de prevenir deformidades, aunado a ello el peso repercute de manera negativa en la rodilla.
- Se debe realizar reposo relativo del ejercicio, es decir, el segmento no debe estar expuesto a un período prolongado de inmovilización pero tampoco debe realizar actividades que impliquen una exigencia máxima en la articulación involucrada.
- Mantener una postura adecuada.
- El paciente se mantiene activo físicamente, por lo tanto, debe realizar de manera rutinaria actividades aeróbicas como caminatas.
- El paciente debe acudir al médico y fisioterapeuta tratante de manera consecutiva con la finalidad de evaluar en qué estado se encuentra su rodilla.