El dolor que se desarrolla en la espalda baja es una de los síntomas más comunes que están presentes en gran parte de la población y pueden causar deficiencias en el desempeño laboral. Un porcentaje de la población tiende a mejorar de este dolor de manera espontánea, sin embargo, el resto requerirá tratamiento conservador, como la fisioterapia.
¿Qué es la ciática?
La neuralgia que se caracteriza por dolor irradiante a la pierna se denomina ciática, consta de una combinación con un dermatoma motor o sensorial o alteraciones del reflejo tendinoso. El nervio ciático es el nervio periférico más grande del cuerpo.
Está alteración es causada debido a una compresión de las raíces nerviosas y la irritación o la inflamación del nervio ciático. Comúnmente se genera debido a un disco herniado que irrita la raíz nerviosa de L5 o S1, sin embargo, también puede surgir por enfermedades degenerativas del disco, espondilolistesis, estenosis espinal o por artritis en la columna vertebral, etcétera.
La compresión de este nervio puede dar origen al síndrome del músculo piriforme por el conducto infrapiriforme.
Las neuropatías en la extremidad inferior pueden surgir debido a un traumatismo, lesiones iatrogénicas o por atrapamientos en áreas donde hay restricciones anatómicas.
El dolor en la pierna puede asociarse con hormigueos, entumecimientos y debilidad.
La ciática puede surgir de manera repentina en el inicio y luego persistir durante días o semanas. Está alteración afecta a más personas entre los 30 y 50 años, siendo una de las causas más importantes de abstenido laboral.
¿Cómo se diagnostica la ciática?
A través de los estudios electrodiagnósticos se puede obtener un diagnóstico importante, gracias a ellos se puede ayudar a confirmar y localizar la zona donde se encuentra la lesión nerviosa, evaluar la gravedad y si hay presencia de otras lesiones de nervios periféricos, como radiculopatía o plexopatía.
La exploración física también permitirá confirmar la presencia de ciática, se realiza una presión directa sobre el recorrido del nervio y si el paciente manifiesta dolor, será un hallazgo positivo.
Las pruebas diferenciales son de gran importancia en la intervención, ya que se puede asociar esta clínica a alteraciones como lumbalgia, síndrome del músculo piramidal, puntos de gatillos en otras zonas, entre otros.
A menudo surge esta alteración en el nervio ciático, las personas que padecen ciática optan por realizar reposos, sin embargo, el no mover por un tiempo prolongado la zona que se encuentra afectada resulta contraproducente, favoreciendo a la pérdida de fuerza muscular y mayor dificultad para la realización de las terapias, por lo tanto el dolor tiende a durar más y se puede cronificar, es necesario entonces mantener cierto grado de actividad física con la finalidad de erradicar el dolor y prevenir la limitación de la movilidad.
¿Cuál es el tratamiento para la ciática?
El tratamiento para la ciática se clasificará en farmacológico y no farmacológico.
Durante las 6 primeras semanas posteriores a la intervención conservadora, el dolor debe disminuir en un 70% de los pacientes, pero, en caso de que este dolor no disminuye en este tiempo será considerada la intervención quirúrgica.
Los productos farmacológicos usados en la ciática pueden desencadenar efectos adversos como mareos, ataxias y náuseas, además que tienen la característica de disminuir con el uso a largo plazo. No obstante, a corto plazo la farmacológica constituye una herramienta importante en el tratamiento.
En relación a los tratamientos no farmacológicos, es decir, la fisioterapia, se aplicarán diferentes tipos de técnicas como punción seca, neurodinamia, terapia física, ejercicio, tracción, electroterapia y educación al paciente.
- Punción seca: es una técnica de fisioterapia invasiva que consiste en la inserción de agujas en las zonas donde se localizan puntos de gatillos, estudios han demostrado que la aplicación de esta técnica en comparación con la acupuntura es de gran utilidad, ya que proporciona mejoras en la disminución del dolor en caso de ciática debido a su efecto analgésico.
La electroacupuntura, que es la aplicación de electricidad a través de un medio físico como las agujas proporcionará alivio en el dolor que puede estar presente en la región glútea y en la pierna.
- La terapia manual facilita la recuperación ante este tipo de alteraciones, en FisioCampus contamos con cursos de terapias manuales enfocados a fisioterapeutas con la finalidad de que los mismos amplíen su conocimiento acerca de este tema.
- La manipulación aplicada en segmentos lumbares proporciona diferencias significativas en el dolor y la sintomatología de la ciática.
Estudios han demostrado que la manipulación a nivel lumbar puede presentar un empeoramiento del dolor en la primera semana posterior a su aplicación, sin embargo, en las semanas siguientes este dolor disminuirá. Por lo tanto esta técnica resulta verdaderamente eficaz a largo plazo, que es cuando se evidencia su efectividad.
- El estiramiento de facilitación neuromuscular propioceptivo junto con técnicas miofasciales proporciona cambios significativos con respecto a la intensidad del dolor que puede estar presente en esta alteración.
- La neurodinamia, que es aquella terapia donde se realizan deslizamientos de los nervios en todo su recorrido con la finalidad de eliminar restricciones, tiene aval científico en la reducción del dolor y la discapacidad que puede surgir en las piernas que está relacionado con la alteración del nervio.
- Aplicar presión directa sobre el nervio ciático puede generar alivio en el dolor presente en los pacientes.
- En fisioterapia los ejercicios específicos para la zona involucrada permiten mejorar significativamente los síntomas.
- El ultrasonido posee numerosos beneficios, se ha demostrado que la aplicación de este reduce el dolor.
Comúnmente el tratamiento a través de la fisioterapia está dividido en activo y pasivo.
En la fisioterapia pasiva el alivio del dolor y la tensión es el objetivo principal a través de la relajación del cuerpo, en esta se prepara a la persona para iniciar con la parte activa, la cual, contribuye al aumento de la fuerza, flexibilidad y a la prevención del dolor que se puede desarrollar a largo plazo.
En relación a la fisioterapia activa, el terapeuta estará encargado de enseñar diferentes estiramientos y ejercicios, los cuales tienen la finalidad de aumentar la fuerza y flexibilidad, en este tratamiento se involucran ejercicios de acondicionamiento anaeróbico, para fortalecimiento muscular y movimientos específicos que contribuyan al aumento de la flexibilidad y el rango de movimiento.
Los ejercicios aplicados en fisioterapia no deben ser numerosos y se caracterizan por ser fáciles, es decir, que no produzcan fatiga y requieran un tiempo mínimo de realización, que se adapten al estilo de vida de las personas que padecen de ciática. Al realizar dichos ejercicios se trabaja en la musculatura actuando en defensa del dolor, sin embargo, si estos son realizados de manera errónea generará una tensión indeseada en la columna vertebral.
¿Qué son los ejercicios de Williams?
Los ejercicios de Williams están fundamentalmente dirigidos a afecciones que perjudican la columna vertebral. Además, estos ejercicios contribuyen a que el paciente mantenga un movimiento adecuado de las estructuras, ya que el reposo absoluto debilidad y atrofia la musculatura de la espalda, lo que desencadenan dolores insoportables y una rehabilitación dolorosa.
Poseen 3 objetivos:
- Lograr la flexibilización de la región lumbar.
- Fortalecimiento de la región lumbar
- Práctica de ejercicios correctores.
La técnica muy usada en fisioterapia cuenta con seis ejercicios básicos y dos variables. Los ejercicios son sencillos donde se realiza flexión, esta técnica respeta la curva fisiológica de la columna vertebral, por lo tanto es sumamente tolerable para los individuos que cuentan con estados crónicos de dolores de espalda.
La relación de estos ejercicios con compresiones o alteraciones en el nervio ciático es que se estos muestran efectividad en la mejora del dolor y combaten limitación física que puede ser ocasionada debido a la ciática en pacientes que presentan dolores subagudos o crónicos, aunado a ello contribuye a la disminución del riesgo de que esta alteración empeore o persista.
Ejercicios de Williams:
- Ejercicio 1: el paciente debe estar acostado en decúbito supino, los brazos deben estar ubicados al lado del cuerpo y las rodillas flexionadas, formando un ángulo de 45°.
- Ejercicio 2: se debe llevar el tronco hacia arriba con los brazos extendidos al frente. Este ejercicio contribuye al fortalecimiento de la musculatura abdominal.
- Ejercicio 3: inclinación pélvica, se procede a elevar la caderas hacia arriba en anteropulsión. A través de este ejercicio se fortalecerá el glúteo mayor.
- Ejercicio 4: levantar rodillas hacia el tronco, puede realizarse con ayuda o no de los brazos: se cuenta hasta tres y se debe regresar a la posición inicial. Con este ejercicio se busca relajar la musculatura del erector espinal y las estructuras posteriores al centro superior de gravedad a ese nivel.
- Ejercicio 5: en sedestación, se procede a llevar los brazos extendidos hacia el frente. Esto permite estiramientos de los tendones de las curvas, aspira a restaurar la flexión lumbosacra y relaja los flexores de los muslos.
- Ejercicio 6: en este ejercicio se realiza un estiramiento de los muslos en posición baja de asalto al frente. El objetivo principal es relajar la musculatura de la fascia lata y el ligamento iliofemoral.
- Ejercicio 7: El paciente se debe agachar con apoyo completo del talón en el suelo, la finalidad de este ejercicio es restaurar la flexión lumbosacra y desarrollar de manera activa los músculos glúteos y cuádriceps.