Se puede decir, que la tendinitis del psoas es una de las lesiones más recurrentes en la población adulta de edad media, en donde se ve afectada la calidad de vida y bienestar físico, manifestando síntomas muy dolorosos y molestos que impiden el cumplimiento de distintas actividades, por tanto, a continuación se podrá discutir un poco sobre los protocolos de tratamiento desde la fisioterapia que existen para dicha lesión.
En la actualidad se ha resaltado mucho la aplicación del vendaje funcional, debido a sus múltiples beneficios en cuanto al tratamiento de las tendinitis y otras afecciones, ayudando en los procesos inflamatorios y a disminuir el dolor, sin embargo, en el siguiente artículo se discutirán otros métodos de tratamiento que también son muy usados a nivel del área de la rehabilitación, así pues, se hace importante el conocimiento anatómico y biomecánico en el cual participa el músculo psoas.
Anatomía del psoas iliaco
Se habla de uno de los más importantes en cuanto a la movilización y estabilidad activa de cadera se trata, siendo compuesto por dos (2) vientres musculares, los cuales son los siguientes:
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Músculo psoas mayor: Siendo un músculo biarticular, tiene su origen a nivel del cuerpo y apófisis transversa de todas las vértebras lumbares
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Músculo ilíaco: Ubicado dentro de la fosa iliaca, recubriendo las espinas iliacas anteriores.
Ambos vientres musculares convergen entre sí en un tendón común para terminar en una inserción distal a nivel del trocánter menor del fémur. Dicho músculo tiene como acción principal y movilizadora la flexión de cadera, además de ello, las fibras del psoas en su inserción proximal son capaces de ejercer una tracción en sentido anterior lo cual aumenta la lordosis lumbar, en cuanto a su acción estabilizadora activa, el psoas-ilíaco es el principal estabilizador activo de cadera, siendo más potente que su sinergista el recto anterior del cuádriceps estando presente durante la mayoría de las actividades o gestos que se realizan en el dia como caminar, levantarse, correr, entre otras, por tanto, puede existir una sobrecarga en el mismo dando inicio a lesiones en el mismo como la tendinitis.
¿En qué consiste la tendinitis del psoas?
Se habla de una afección de tipo inflamatoria que afecta directamente el tendón del psoas en donde se reproduce una manifestación clínica de tipo dolorosa principalmente causando muchas limitaciones y restricciones a nivel funcional.
Inflamación que tiene lugar a nivel del tendón del músculo psoas-iliaco…
Se puede decir, que es una lesión bastante común por lo menos en la población adulta mayor, sobre todo por años de malas posturas y sobreesfuerzo muscular, asi mismo, también es común encontrarla en deportistas como futbolistas, corredores y en algunos casos tenistas, debido al gesto deportivo en el cual se implica la flexión principalmente dando inicio a estados lesivos sobre el tendón si no se toman las medidas adecuadas para prevenir la aparición de la misma.
Se hace presente principalmente en la población adulta mayor y en deportistas..
Dentro de los principales síntomas y signos que se pueden manifestar una vez instaurada la tendinitis del psoas, se pueden encontrar las siguientes:
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Dolor agudo y punzante, en la región de la ingle sobre todo al momento de realizar la flexión de cadera o al momento de caminar largas distancias.
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Irritabilidad e hipersensibilidad, que se puede definir como alodinia ante distintos estímulos mecánicos.
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Limitación al movimiento y disminución del rango articular, sobre todo al momento de la flexión de cadera.
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Puede haber presencia de chasquidos o crepitaciones al movimiento de la pierna tras realizar los gestos de correr o caminar.
Todas estas sintomatologías antes mencionadas se pueden manifestar de manera indefinida en cuanto a su intensidad todo dependiendo del nivel y estado en que se encuentre la lesión.
Cabe destacar, que éste tipo de tendinopatías tienden a presentarse en dos (2) estadíos, siendo éstos los siguientes:
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Fase aguda: En donde por lo general existe la manifestación clínica de los síntomas antes mencionados de manera espontánea, dicha fase comprende desde el día cero (0) hasta los 21 días de haber dado inicio la lesión.
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Fase crónica: Pudiendo haber una fluctuación en cuanto a la manifestación de los síntomas, ya que, se habla de una lesión que tiene lugar en el cuerpo pasados los 21 días prolongándose semanas, meses e incluso años, en donde, comúnmente se hace presente el dolor y la inflamación una vez realizada cierta actividad física de manera prolongada.
Entender éstas fases en las que se manifiestan las tendinopatías será de mucha importancia para poder realizar un mejor abordaje desde la fisioterapia en función de mejorar el estado de salud física del paciente, así mismo, hay que tomar en cuenta que existen ciertos factores que pueden influir e incidir en el inicio de la lesión, en donde se pueden mencionar los siguientes:
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Malos hábitos posturales, donde por lo general se crean desequilibrios a nivel muscular que generan sobrecarga en los tendones aumentando su necesidad de estabilización activa.
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Caídas o golpes que puedan presentarse directamente e indirectamente sobre la cadera puede ser durante alguna actividad deportiva o incluso en caso de los adultos mayores por alguna debilidad o inestabilidad en los miembros inferiores.
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Práctica de alguna actividad deportiva, como puede ser fútbol, en donde el músculo psoas ilíaco se ve activo principalmente al momento de patear el balón e incluso al realizar sprints de alta velocidad.
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Se ha demostrado que el sobrepeso también puede influir en la aparición de las tendinopatías sobre el psoas, dado a la sobrecarga de las fuerzas axiales que inciden sobre él y demás grupos musculares del cuerpo, creando una disfunción en ellos.
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Bloqueo o hipomovilidad en las vértebras lumbares, pudiendo llegar a crear disfunciones sobre estructuras inferiores, en donde se incluyen los grupos estabilizadores de la cadera, tomando en cuenta que es el punto de origen proximal del músculo psoas, llegando a provocar respuestas de espasmo e incluso manifestación de puntos gatillo miofasciales que sobrecarguen al mismo dando inicio a la tendinopatías.
Es importante destacar, que se puede realizar un abordaje preventivo para el inicio de las tendinopatías sobre el músculo psoas, que puede ir de la mano a la fisioterapia deportiva en el caso de los atletas o en caso contrario de la fisioterapia convencional o invasiva para las poblaciones adultas, dependiendo siempre de la necesidad del paciente, particularmente creo en la importancia de realizar éste tipo de abordajes, ya que, no solo se mejora la calidad de vida de la persona previniendo las lesiones, sino que también se educa al paciente a asistir al servicio de rehabilitación y fisioterapia sin necesidad de tener dolor, en miras hacia el futuro, para ello, por lo general, una de las intervenciones más importantes es el uso del ejercicio terapéutico significando un abordaje activo, los objetivos de realizar una intervención preventiva se deben basar primeramente en mejorar la estabilidad activa de la articulación o segmento deseado, seguidamente realizar un acondicionamiento neuromuscular adaptado a la actividad física que se desea realizar, en caso de deportistas se debe trabajar el gesto a realizar durante el deporte, finalmente, se debe buscar el fortalecimiento de la musculatura y la mejoría de las capacidades físicas aeróbicas y anaeróbicas.
Evaluación fisioterapéutica para la tendinitis del psoas
Uno de los pasos más importantes para poder aplicar el tratamiento adecuado es identificar el origen del dolor correctamente, para ello, se debe hacer un análisis de las distintas manifestaciones clínicas entendiendo su comportamiento durante el día, intensidad, localización, entre otros.
Posteriormente, se debe proceder a un análisis postural del paciente en todas las vistas anatómicas, siempre al mismo nivel visual que la zona a observar, esto con la finalidad de descartar asimetrías corporales, desequilibrios musculares o la presencia de síndromes posturales y escoliosis.
Finalmente, se debe proceder a realizar pruebas articulares, musculares, neurológicas, entre otras, para poder garantizar la diferenciación de la tendinopatía del psoas con otras afecciones como puede ser bursitis trocantérea, distensión o esguince de los ligamentos de la cadera, entre otros.
En cuanto al tratamiento que se puede realizar para abordar la tendinopatía del psoas, se puede acotar que existen varias herramientas implementadas dentro de los diferentes campos de la rehabilitación, dependiendo como siempre de las necesidades del paciente y objetivos que se quieran lograr, así pues, dentro de los múltiples tratamientos que se pueden llevar a cabo se mencionan a continuación algunos de los métodos posibles:
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Aplicación de agentes físicos, generalmente dependiendo del estado de la lesión, si se trata de una tendinopatía aguda, se puede hacer uso de crioterapia, en caso contrario, si se encuentra en un estadío crónico, la aplicación de termoterapia será lo más ideal, además de esto, en acompañamiento de las mismas, en la zona con dolor se puede hacer uso del ultrasonido e incluso el TENS o las ondas de choque, para ayudar al tejido a sanar y regenerarse de una manera eficaz y efectiva.
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Estiramiento activo, puede ser de bastante ayuda sobre todo en estadíos crónicos, los estiramientos progresivamente van ayudando a activar la musculatura y favoreciendo el flujo sanguíneo en las mismas a parte de su elongación.
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Ejercicio terapéutico, generalmente para poder lograr no solo el fortalecimiento muscular, sino también para poder favorecer la elongación activa de dicha musculatura.