El dolor en los pies es uno de los problemas más frecuentes, el mismo puede estar asociado a múltiples enfermedades y de igual forma puede desencadenarse después de pasar largos períodos de pie o caminando. El calzado influye de gran manera en la aparición de este dolor, como zapatos que no son diseñados según anatomía del pie o tacones que mantienen posiciones antinaturales, en este artículo hablaré acerca de la influencia que tiene este último tanto en la aparición del dolor, como la alteración que genera en el proceso de la marcha.
¿Qué es el dolor del pie?
El dolor de pie es cualquier alteración que causa una sensación desagradable en la región del pie, puede estar asociada a lesiones, inflamaciones o trastornos que perjudican los músculos, tendones, ligamentos y huesos que pertenecen a este segmento.
La verdad es que las causas de este dolor pueden darse debido a múltiples factores, sin embargo, el uso de un calzado inadecuado puede ser un gran agente causal que perjudica de manera absoluta la anatomía del pie, desencadenando alteraciones en las estructuras que lo conforman.
¿Qué patologías pueden estar asociadas con el dolor del pie?
Existen un sin fin de problemas de salud que se originan fuera y dentro de este segmento que pueden originar esta dolencia, algunas de ellas pueden ser:
- Fascitis Plantar.
- Espolón Calcáneo.
- Microtraumatismos en los huesos que conforman el pie.
- Esguinces de tobillo.
- Alteraciones neuropáticas.
¿Por qué un mal calzado puede desencadenar el dolor del pie?
Un calzado de calidad es aquel que se amolda a las características anatómicas del pie y que apoya de manera satisfactoria en todas las fases de la marcha.
Cuando un calzado no cumple con estos requisitos someterá a estas estructuras a posiciones incómodas y antinaturales que pondrán en tensión estos segmentos y se dará como consecuencia dolores y molestias.
Uso de tacones y su relación con el dolor de pie
Para la mayoría de nosotras, las mujeres, el uso del tacón en el día a día o para eventos específicos resulta algo de primera necesidad, gracias a que el uso de este calzado nos permite vernos más “elegantes” además del plus de agregar unos centímetros más de altura.
No obstante, el uso de esta maravilla creada por el hombre puede ser perjudicial, debido a que altera al pie ocasionando dolores y molestias, y de igual forma influye sobre la mecánica natural de la marcha, repercutiendo sobre estructuras como la columna vertebral.
Fases de la marcha normal y sus alteraciones con el uso de tacones
La marcha normal se caracteriza por 4 fases:
- La primera fase es denominada fase de despegue, en esta el miembro inferior que se encuentra atrasado se inclina hacia adelante por una extensión de cadera, la rodilla produce flexión y la articulación tibiotarsiana produce una flexión plantar. En el pie se produce una flexión plantar de aproximadamente 30° gracias al músculo tríceps sural. Comenzará con un apoyo total hasta el único apoyo de la cabeza del primer metatarsiano.
- La segunda fase o fase de oscilación, el pie se despega del suelo y la rodilla con la cadera se flexiona y todo el miembro inferior se desplaza en el plano sagital, adelantando el cuerpo, mientras el miembro inferior contralateral sostiene el peso corporal. La punta del pie se eleva gracias a la acción de los músculos tibiales, peroneos y extensores de los dedos.
- La tercera fase o fase de recepción de la carga, en esta la característica principal es que el miembro inferior oscilante que se encontraba en la segunda fase cruzando al contrario toca el suelo gracias al talón, recibiendo parte del peso corporal. El pie toma contacto con el suelo, con flexión de 0° del tobillo y una ligera tendencia a varo, mantenida por la acción de los músculos anteriores, recibiendo el choque de la recepción y frenando la caída del antepié. Luego se observa una flexión plantar rápida producida por el tríceps sural, el cual toma el control del frenado y sitúa toda la planta del pie en contacto con el suelo.
- La cuarta fase o fase media de apoyo, en esta fase el miembro inferior apoyado soportará todo el peso del cuerpo al mismo tiempo que mantiene el equilibrio en tres planos y permite su traslación hacia adelante.
La marcha con tacones
El uso de tacones altos modifica la distribución de la carga al momento de la marcha. Cuando nos encontramos descalzas, nuestro centro de presión en el pie se localiza entre la segunda y la tercera cabeza de los metatarsianos, sin embargo, con el uso del tacón esta presión aumenta y se desplaza hacia al primer dedo, siendo este el principal, seguido del segundo y el tercero.
La marcha con tacones altos disminuirá la longitud del paso y su velocidad.
La fase de apoyo será menor que con el pie descalzo y la duración aumentará dependiendo del tamaño del tacón; se busca conseguir una mejor estabilidad en la marcha que es más insegura mientras más alto y fino es el tacón, ya que ofrece un nulo apoyo en el retropié, es por ello que caminar con tacones altos reduce las fases de apoyo monopodal.
Para llegar a una construcción de un tratamiento exitoso es necesario llevar a cabo un análisis correcto de la marcha, el cual requiere de un estudio detallado de numerosos factores, los cuales enseñamos a fisioterapeutas en FisioCampus.
¿Qué alteraciones puede causar el uso prolongado de tacones?
Como os hablé anteriormente el uso de este calzado repercute también en estructuras que no están directamente relacionadas con el pie, pero a la misma vez si… Madre mía y, ¿Cómo es eso?
Pues como diría la filosofía de la osteopatía; el cuerpo es un “todo”, esto quiere decir que, si hay una alteración o, en el caso de estas técnicas osteopáticas, una intervención en un segmento, automáticamente se producirá una modificación bien sea positiva o negativa en otras regiones del cuerpo.
En el caso del uso de tacones, no solo surgirán problemas a nivel del pie, sino también problemas en otras estructuras del cuerpo:
- Alteraciones posturales, gracias a que este calzado inclina el cuerpo hacia adelante, ocasionando desviaciones en las vértebras lumbares debido a la alineación hacia afuera de la cadera.
- Producen desgaste en la articulación de las rodillas y los tobillos, es decir, que a largo plazo si una mujer usa de manera recurrente tacones puede provocar una osteoartritis de rodilla.
Mientras más alto sea el tacón mayor presión se generará en las articulaciones.
- A nivel del tobillo el uso de este calzado puede ser un factor de riesgo qué conduzca a esguinces de los ligamentos que lo conforman, en comparación con el uso de zapatos planos.
- Se puede generar hipertrofia en la musculatura presente a nivel de la pantorrilla, es decir, los músculos gemelos. En esta situación se acortan ocasionado descompensación a otros músculos y siento más propensos como consecuencia a contracturas.
- Una de las más famosas alteraciones que genera el uso de los tacones en los pies es el acortamiento de los tendones de Aquiles, estos tienden a acortarse debido a la posición en que se encuentran expuestos por la utilización de este calzado que es la flexión plantar. Este acortamiento podrá desencadenar dolores que podrán convertirse en crónicos.
Sin embargo, en este artículo hablo acerca del dolor de pie, entonces… ¿Qué alteraciones ocasiona el uso del tacón que puede desencadenar un dolor en la región del pie?
- L presión que ejerce el tacón en la parte delantera del pie puede desencadenar dolores crónicos, gracias al crecimiento óseo en la articulación del dedo gordo, la cual obliga al dedo a ir contra los otros.
- Se produce metatarsalgia, que se conoce como una inflamación en los tejidos y articulaciones del antepié.
- Juanetes, que se caracteriza por ser durezas que se localizan en la regiones laterales interdigitales, es producido por muerte de las células debido a compresiones, por consecuencia se llenan de secreciones de queratina que surgen como respuestas a estas presiones. Estos juanetes, además de ser estéticamente desagradables pueden provocar dolores cuando se comprime el dedo por determinados zapatos.
- Dedo de martillo, es la compresión del segundo, tercero y cuarto dedo debido al uso de tacones produce un replegamiento, a largo plazo puede originar que los músculos encargados de la extensión se atrofien, por lo que con el uso de un calzado normal seguirán replegados o retraídos.
- Si el zapato utilizado resulta demasiado estrecho puede desencadenar un dolor agudo, originado por la compresión del nervio que se distribuye entre los dedos tercero y cuarto, a esto se le conoce como “Síndrome de Morton”
Una vez instauradas tales alteraciones, el dolor y la inflamación pueden hacer que cada paso sea un suplicio, ante esta situación existen tratamientos invasivos y no invasivos como los que tenemos en nuestra red de clínicas de fisioterapia y osteopatía FisioClinics, con sedes disponibles en Palma de Mallorca, Bilbao, Logroño y Madrid.
Si bien el uso de este calzado puede resultar un beneficio en cuanto a la belleza y estética de la mujer, la verdad es que estos desencadenan una serie de problemas y lesiones en los pies que pueden perjudicar no solo la marcha, sino nuestra anatomía natural.
Para ser honestos, es imposible que sean eliminados los tacones de este mundo, sin embargo, su tiempo de uso y tamaño puede ser modificado y así se contribuya a una disminución del dolor en pies originado por los mismos y la eliminación de aquellas modificaciones que pueden surgir tanto en la marcha al caminar como en la anatomía producto de uso a largo plazo.