Se puede decir, que las fracturas vienen siendo afecciones bastante comunes dentro de las distintas poblaciones, en los cuales influyen muchos factores de aparición, donde se pueden generar distintas alteraciones a nivel musculoesquelético que deben ser abordadas desde la fisioterapia para poder garantizar el regreso del paciente al correcto desarrollo a las actividades diarias o laborales.
Si bien, hay ciertas fracturas que suelen ser leves, existen algunas que son graves y necesariamente su solución primeramente es a través de los procesos quirúrgicos, en donde la intervención de la fisioterapia abarca el tratamiento de la cicatriz directamente, haciendo uso del masaje transverso profundo, técnica que promueve la cicatrización a través del llamado de sustancias regeneradoras y reorganización de las fibras de colágeno, si quieres aprender más sobre ésta maniobra puedes asistir al curso dictado por el equipo de Fisiocampus. En un mismo sentido, se puede decir, que existen distintas maneras o protocolos de abordaje en los que la fisioterapia puede hacer presencia para rehabilitar al paciente que ha sufrido de una fractura, en tal sentido es primeramente necesario el conocimiento de algunos términos básicos con respecto a éste contenido.
¿Qué es una fractura?
Se habla de la pérdida de continuidad en el tejido óseo que se hace presente gracias a fuerzas externas que inciden de manera directa o indirecta sobre el hueso, generalmente asociadas con accidentes automovilísticos, caídas o golpes bruscos.
Pérdida de continuidad del tejido óseo…
Se puede decir que son las lesiones a nivel traumatológico más frecuentes que se presenta a nivel de todas las edades, su gravedad será directamente proporcional a la fuerza o violencia desencadenante de la misma.
Clasificación de las fracturas
Es importante resaltar, que existen distintas clasificaciones que intentan explicar a las fracturas y sus tipos, en donde se pueden encontrar las siguientes:
Fracturas por insuficiencia o patológicas
Dadas principalmente por un factor de debilidad ósea, estando relacionada con procesos de osteopenia, bien sea enfermedades fragilizantes o metabólicas pudiendo ocasionarse por:
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Procesos generales: En donde se incluyen las enfermedades óseas fragilizantes constitucionales
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Procesos locales: En donde se incluyen procesos tumorales primarios o metastásicos
Fractura por fatiga o estrés
Siendo las más comunes dentro del área de la deportiva, principalmente en atletas de alto rendimiento, en los cuales se da como resultado de una sobrecarga o sobreentrenamiento dado por mecánicas repetitivas dentro de los juegos o prácticas, tiene la característica de afectar tanto a un hueso sano como a uno patológico, principalmente huesos largos del miembro inferior.
Según su Mecanismo de producción
En ésta clasificación se incluyen las fuerzas detonantes que ocasionan la fractura los cuales se dividen en:
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Mecanismos directos: Fuerzas que inciden directamente sobre el hueso, generalmente ejerciendo una fuerza perpendicular al mismo, es decir. que, si el hueso se encuentra dispuesto en un sentido vertical, la fuerza detonante vendrá propulsada en un sentido horizontal.
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Mecanismos indirectos: Siendo todas aquellas fuerzas que participan indirectamente en la región donde se produce la fractura, bastante común en los miembros inferiores, en donde se pueden incluir fuerzas de torsión, compresión, cizallamiento, entre otros, en donde la fractura se ubica en el punto de concentración máximo de las fuerzas detonantes.
Según las lesiones en las partes blandas asociadas
En donde se relaciona directamente la aparición de la fractura con un daño en los tejidos blandos que circulan alrededor del tejido óseo en donde se pueden dividir en:
a. Cerradas: donde el tejido óseo fracturado no llega a exponerse al exterior pudiendo entrar en una subclasificación donde se tiene lo siguiente:
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Grado 0: Dado por un mecanismo indirecto y el daño en los tejidos blandos es mínimo o ausente
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Grado I: Dado por un mecanismo indirecto y el daño a los tejidos blandos es moderado en donde hay presencia de contusiones o abrasiones muy superficiales
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Grado II: Dado por un mecanismo directo, en donde existe una contusión muscular significativa al igual que abrasiones profundas y la manifestación de síndrome compartimental
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Grado III: Siendo la más grave de todas viene dado por un mecanismo directo, se presenta una contusión muy extensa, destrucción de la musculatura, puede haber daños en el paquete vasculonervioso y un síndrome compartimental.
b. Abiertas: En donde el hueso si es expuesto al exterior contaminando siendo en algunos casos muy grave pudiendo llegar a clasificarse en:
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Tipo I: Donde el hueso es expuesto un máximo de 3cm por tanto existe una contaminacion y destruccion mínima
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Tipo II: El hueso es expuesto en un rango de 3 - 10 cm y existe una contaminación moderada
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Tipo III: Siendo la más grave de todas, el hueso se expone a más de 10 cm, en donde existe una contaminación y destrucción muy grande. En estos casos, la persona es muy probable que sufra de amputaciones dado al gran daño que sufre el tejido, así mismo, están propensos a contraer bacterias que también pueden llegar a ser muy peligrosas.
Según su patrón de interrupción
En donde se pueden dividir en:
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Fracturas completas: En donde el hueso se separa por completo, pudiendo clasificarse en simples, esquirladas, conminutas, desplazadas, entre otras.
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Fracturas incompletas: Donde solo se rompe o fractura una porción del tallo óseo, en donde se pueden encontrar las fracturas en torus y tallo verde.
Según su estabilidad
En donde se pueden dividir en:
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Fracturas estables: Las cuales una vez realizada la reducción no se desplazan y se mantienen fijadas en una misma posición.
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Fracturas inestables: Al contrario de las anteriores, éste tipo de fracturas tienden a desplazarse nuevamente una vez hecha la reducción.
¿Cuáles son los síntomas que se manifiestan tras la aparición de una fractura?
Al tratarse de una lesión tan violenta en algunos casos, puede llegar a desencadenar sintomatologías muy molestas y preocupantes para el paciente dentro de las cuales se pueden mencionar:
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Inflamación generalizada a lo largo de la zona lesionada
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Edematización y retención de líquidos que se extienden por toda la lesión
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Se puede evidenciar una deformidad corporal que confirma la presencia de una fractura
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Las personas por lo general manifiestan un dolor intenso y punzante
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Hay presencia de hematomas a lo largo de la región afectada
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Incapacidad de movilizar el miembro o región lesionada
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En algunos casos puede haber presencia de crepitación.
¿Cuáles son las fases de regeneración ósea?
Dentro de la fisioterapia y rehabilitación es muy importante conocer los procesos de regeneración ósea para así poder realizar un correcto tratamiento e intervención que se adapte a las necesidades del paciente, ya que, si se desconoce esto se puede llegar a empeorar la lesión e incluso producirla de nuevo.
Por tanto, se hace mención de dicho proceso:
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Fase de proliferación e inflamación: Ésta fase comprende las primeras 2 - 3 semanas una vez producida la lesión, durante la misma se producirá una respuesta inflamatoria gracias a la presencia de distintas sustancias reparadoras como la prostaglandina, sustancia P, al igual que células reparadoras como las macrófagas.
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Fase de callo blando: Comprende a las 3 - 4 semanas una vez producida la lesión, en donde una vez terminada la inflamación, las células óseas empezarán a formar el callo blando compuesto por tejido cartilaginoso hialino dado por la acción de los osteoblastos y las células osteoprogenitoras, ésta fase va de la mano con la neovascularización del tejido óseo
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Fase de callo duro: Corresponde a las 4 - 6 semanas luego de haberse producido la lesión, durante ésta se habla de una maduración del callo blando el cual se osifica en una forma irregular.
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Fase de remodelación: Siendo la última, puede llegar a tardar meses o hasta años dependiendo de la gravedad de la fractura, durante la misma el tejido óseo buscará retomar la forma que tenía originalmente antes de la lesión por acción conjunta de los osteoblastos y osteoclastos.
Intervención fisioterapéutica para el tratamiento de las fracturas
En fisioterapia uno de los principales objetivos que se deben plantear es regresar la movilidad activa completa del segmento que haya sido afectado, para ello, se debe fomentar al fortalecimiento muscular, estabilidad articular entre otras cosas, para ello se hace uso de distintas metodologías y herramientas como pueden ser:
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Movilizaciones pasivas: Durante los primeros días o semanas de rehabilitación, se debe promover a la movilización pasiva del miembro afecto con el objetivo de promover líquido sinovial y al mismo tiempo mantener el rango de movilidad.
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Movilizaciones activas: Progresando desde las activas asistidas hasta las libres y resistidas, en donde se podrá buscar un control del movimiento y rango articular.
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Ejercicios terapéuticos: Comenzando con ejercicios de contracciones isométricas inicialmente, se debe progresivamente llegar a las contracciones isotónicas en función de promover el fortalecimiento muscular y el control del movimiento.
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Reeducación de la marcha y bipedestación: En caso de verse implicados los miembros inferiores, se debe hacer una reeducación de éstos dos (2) factores de manera progresiva, enseñando las fases de cada uno cumpliendo con objetivos segmentados.
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Aplicación de agentes físicos: Un punto muy importante a tomar en cuenta, es que dependiendo de la gravedad de la fractura al paciente pueden haberle colocado un material de osteosíntesis para fijar la misma, por tanto, se debe considerar la aplicación de los agentes físicos de manera precavida, en éstos casos se puede hacer uso de la termoterapia por tiempos cortos de 5 - 10 min o electroterapia en zonas directamente relacionadas con la lesión.