Se puede decir, que las alteraciones posturales son afectaciones que se hacen más comunes sobre todo en las poblaciones jóvenes y adultas de edad media, tal es el caso de la hiperlordosis lumbar, aunque existen muchos factores que pueden incidir sobre esto, ciertamente puede afectar el desempeño de las actividades diarias, para ello se plantea un abordaje desde la fisioterapia para corregir dicha afección postural.
Sin duda uno de los tratamientos que han surgido para mejorar los hábitos posturales es el stretching miofascial postural, en donde puedes obtener más información en el curso dictado a través de Fisiocampus. Diferente a esto entraremos un poco en el análisis biomecánico de los factores que pueden influir en la creación de una hiperlordosis lumbar afectando el estado de salud y bienestar físico, para esto, primeramente es necesario mencionar un poco la anatomía estructural de dicha zona.
Anatomía de la columna lumbar
La columna vertebral, como bien se sabe está compuesta por 33 segmentos, de los cuales se dividen por regiones siendo éstas cervical, torácica, lumbar y sacra respectivamente, éstas dos (2) últimas se componen propiamente de cinco (5) vértebras lumbares y cuatro (4) sacras.
Se resalta, que las vértebras lumbares de por sí, son muy anchas y prominentes dado a que son la base de la columna vertebral, siendo quizá la segunda región con mayor movilidad justo por detrás de la región cervical. Se puede decir, que la columna cuenta con curvaturas fisiológicas anteroposteriores que tienen como función principal distribuir las cargas axiales que son creadas por los segmentos y demás estructuras que se relacionan directa e indirectamente con la columna vertebral, siendo a nivel lumbar definida como una lordosis.
En el segmento lumbar existen ciertas musculaturas que participan en la estabilidad global del cuerpo principalmente del tronco durante la bipedestación como pueden ser:
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Músculo cuadrado lumbar: Teniendo sus orígenes a nivel de la última costilla, sus inserciones distales en las espinas ilíacas posterosuperiores y sacro propiamente dicho, facilita al músculo a participar en la extensión del tronco ejerciendo una fuerza de tracción en sentido posterior sobre las vértebras.
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Musculatura erectora: Se habla del dorsal largo, epiespinoso e iliocostal, los cuales tienen un origen en común en la conocida masa erectora común a nivel lumbar teniendo una íntima relación con respecto a las vértebras lumbares facilitando mediante una tracción posterior la extensión de dichas región.
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Psoas mayor: Se ha demostrado en los últimos años la gran importancia que tiene el psoas mayor con respecto a la estabilización de las vértebras lumbares a través de su inserción proximal en el cuerpo y apófisis transversas de cada una de ellas, en donde ejerce una fuerza reaccionaria en sentido anterior lo cual contrarresta a la ejercida por los erectores y el cuadrado lumbar.
De igual manera, la región lumbosacra es sitio de origen de distintas estructuras de estabilización pasiva como los ligamentos, pudiendo hacer mención de alguno de ellos como pueden ser los siguientes;
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Ligamento longitudinal posterior: Abarcando toda la región posterior de las vértebras limitando el movimiento hacia la flexión
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Ligamento longitudinal anterior: Discurriendo por los cuerpos vertebrales, ayuda a limitar el movimiento de extensión o flexión posterior.
Así pues, se puede decir, que dichos tejidos estabilizadores tanto activos como pasivos son de vital importancia por lo menos al momento de cumplir con alguna demanda funcional en donde se requiera la participación del cuerpo en su totalidad, como puede ser la práctica de algún deporte o algún tipo de actividad laboral.
¿En qué consiste la hiperlordosis lumbar?
Como se ha mencionado anteriormente, las curvaturas fisiológicas de la columna vertebral ayudan a distribuir las cargas axiales proveniente de las estructuras superiores y transferirla a los miembros inferiores, sin embargo, existen casos en donde se presentan factores mecánicos internos principalmente que influyen negativamente sobre dicha región y pueden llegar a causar un aumento de la lordosis lumbar.
Se habla de un aumento en cuanto a la curvatura fisiológica de la región lumbar…
Dentro de los distintos factores que pueden incidir sobre la creación de éste tipo de afección se puede incluir lo siguiente:
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Malos hábitos posturales: Bien sea al momento de realizar alguna actividad laboral o incluso cargar objetos pesados durante mucho tiempo, influyen en el asentamiento de las curvaturas fisiológicas.
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Hiperactividad muscular: Se habla de que puede existir una hiperactividad del psoas mayor y del recto anterior del cuádriceps lo cual traería como consecuencia una excesiva fuerza traccional en sentido anterior que aumenta dicha lordosis.
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Padecimiento de un síndrome cruzado inferior: Teniendo relación con lo anterior, se habla de una serie de músculos agonistas y antagonistas entre sí que se encuentran hiperactivos o tensos, dentro de ellos se encuentran, el psoas mayor y los erectores de la columna quienes se encontrarán tensos en contra del recto abdominal y el grupo muscular glúteo quienes estarán débiles y distendidos.
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Práctica de deportes sin respetar tiempos de descanso o recuperación principalmente el fútbol o atletismo.
Este tipo de afección suele verse reflejada principalmente en la población joven durante el crecimiento estando presente de manera no patológica mayormente, sin embargo, también puede estar presente en adultos de edad media, llegando a ser lesivo si no se toman las correctas medidas preventivas a nivel postural durante las distintas actividades diarias.
¿Qué síntomas pueden ir acompañados si se manifiesta una hiperlordosis patológica?
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Generalmente, las personas suelen referir un dolor punzante que se manifiesta en la región lumbosacra, principalmente al momento de estar mucho tiempo de pie o en una misma posición, además de esto, es común que las personas con hiperlordosis lumbar tengan flacidez abdominal a consecuencia de la debilidad en el recto abdominal, por tanto, es posible que la persona tenga una posición de anteversión pélvica.
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Puede hacer un sentimiento de restricción o limitación a los movimientos rotacionales y de extensión de tronco, ya que, puede existir una fijación vertebral que en adición al aumento de la curvatura límite dicho movimiento.
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Existen casos en donde se manifiesta un dolor irradiado, hormigueo o parestesia a nivel de la cara posterior de la pierna a causa de una compresión nerviosa del nervio ciático
¿Cuál es la mejor manera de corregir la hiperlordosis lumbar?
Primeramente, es necesario realizar un proceso evaluativo de manera exhaustiva para garantizar la recolección de toda la información posible sobre el paciente, desde el comportamiento de su sintomatología hasta sus hábitos diarios, de ésta manera se podrá tener una idea de lo que pueda estar sucediendo y afectando al paciente.
Recordemos, que un diagnóstico fisioterapéutico no solo se basa en encontrar el origen del dolor, sino también analizar en los factores patomecánica que hicieron aparecer las disfunciones en la estructura corpórea, entendiendo que debe ser global y no local, por tanto, al analizar la columna lumbar, hay que evaluar los segmentos superiores torácico y cervical o incluso los segmentos inferiores como la articulación sacroilíaca.
En tal sentido, la evaluación de la postura podrá confirmar directamente la presencia de una hiperlordosis o un síndrome cruzado inferior, lo cual a la simple vista se puede verificar por la anteversión pélvica y la debilidad abdominal.
En función de comprobar la tensión de los músculos o restricciones a nivel del tejido fascial, es necesario realizar pruebas palpatorias en donde se podrá demostrar el estado de elasticidad, flexibilidad, densidad, humedad y textura de los tejidos blandos directamente, además de esto, las pruebas más activas como la realización de una sentadilla terapéutica o realizar un apoyo unipodal sostenido puede ayudar a comprobar tanto las restricciones como bloqueos o fijaciones de las vértebras lumbosacras y articulación sacroilíaca, entre otros.
Para poder corregir la hiperlordosis lumbar es necesario de primera instancia abordar directamente los tejidos blandos que se encuentran afectados para ello se puede hacer lo siguiente:
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Inducción o liberación miofascial: Especialmente sobre el psoas mayor y el cuadrado lumbar, para buscar la liberación de los mismos, esto ayudará a disminuir el grado de tensión entre dicha musculatura y por ende la fuerza de tracción que ejercen sobre la columna vertebral.
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Estiramiento activo: En éstos casos se hace necesario elongar toda la cadena posterior y anterior por igual, para ello se pueden indicar posturas activas que fomenten la elongación de fibras de dichos grupos musculares.
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R.P.G: Esto ayudará a poder causar una relajación - elongación sobre las cadenas musculares deseadas, mejorando en consecuencia la postura del paciente mediante distintas posiciones mantenidas.
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Método Pold: Este método, es conocido por trabajar con las oscilaciones del cuerpo de manera sostenida en el tiempo para enviar estímulos aferentes al sistema nervioso central trayendo como respuesta la liberación de los tejidos blandos tras una relajación de los mismos.
De igual manera, se debe abordar directamente las disfunciones de hipomovilidad e hipermovilidad vertebral o de alguna otra articulación cercana, para ello se debe hacer uso de las técnicas manuales como pueden ser:
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Concepto Mulligan: tratamiento en donde se combina la aplicación de movimientos accesorios en conjunto a la participación activa del paciente.
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Osteopatía estructural: tratamiento en donde se facilita la manipulación articular, visceral y de otros tejidos blandos relacionados con la espalda para obtener una respuesta positiva en el movimiento activo y corregir de ésta manera la hiperlordosis lumbar
A pesar de que el abordaje a los tejidos blandos y la aplicación de las técnicas manuales puede ayudar considerablemente a la disminución del dolor, se puede hacer inclusión de los agentes físicos para complementar las técnicas antes mencionadas. Como puede ser la termoterapia o electroterapia en función de lograr efectos analgésicos sobre las zonas dolorosas.
Sin duda, se puede concluir que la fisioterapia puede causar un impacto positivo en la mejoría del estado de salud física de todos los individuos, siendo necesaria su participación no solo a manera rehabilitadora sino también preventiva.